Va y viene

Qué palabras serán las que me dirán,
cuánto tiempo habrá en ese silencio,
hasta dónde llegará nuestro sendero,
quién será testigo de aquel encuentro.

Ya no, quien ha probado sabe, solo
imaginando puedo conocer, mas no lo veo.
Lo busco, no, estoy quieto, queriendo
ser encontrado aguardo en un rincón.

Si, tal vez. Podría correr hasta el fin,
podría gritar llamando a quien quiera escuchar,
hasta quedar frente a ese silencio, desgarrador
silencio que brinda con nuestra ansiedad.

Cómo saber, pudiendo elegir mil caminos
solo uno es el que podemos seguir.
El resto... esperará hasta desaparecer
en las tinieblas de un pasado sin recuerdo.

Serena oscuridad que me acompaña estos días,
la abrazo y le digo que será solo un instante,
no será mi compañera por más tiempo que el
propuesto antes de llegar aquí.

Qué pasa?

Las palabras escapan,
acompañan el silencio nuestro.
Una pausa en la inercia,
momentos que nos dejan,
vidas que se acercan y se alejan.
Días que llegan, nos regalan
sorpresas, alegrías y penas.
Tiempo que nos lleva con él,
más lento, más rápido,
eterno juego de recuerdos.

Un deseo, un sueño, imposibles
si no los compartimos con quién
nos lo produce.
Secretos son, si los callamos
y alejamos sin remedio.
Cómo llegar a ellos sin
dejar que den miedo?
Compartirlos sinceramente
trazando ligeras palabras en el aire,
con suave caricia sin romper el silencio.
No decir más ni menos,
no dar razón, y simplemente decir...
Te quiero.

Ayer

Tranquilidad serena, mirada distante,
pensamiento inconcluso en el horizonte.
Luces lejanas, noche que avanza, las
estrellas nos miran desde lejos.
Una noche, mil horas, tiempo que se
detuvo hasta el amanecer de otro día.

Esperando un momento, un detalle
que diga solo aquello que falta.
Tensa emoción de estar parado
fuera, sin saber, queriendo ser.
Quietos mis pensamientos, ahogados
en la bruma de una esperanza naciente.

Melancolía que agobia mis sentidos,
miedos jugando en mi mala memoria,
soñando con arruyo sincero,
queriendo, deseando, callando.
Dónde estes, ahí estoy, en un
sueño que aun puede no serlo.

Hoy no...

Hoy no tengo ganas de escribir, son
solo mis manos trazando sentimientos.
Hoy no tengo fuerzas para seguir, son
mis piernas las que avanzan por el
sendero que elegí.
Hoy no tengo ganas de ver, es solo
el recuerdo frío de un ayer el que veo
tras de mí.
Hoy no tengo ganas de escuchar,
solo un susurro suave oigo entre las
sombras de un sueño pálido.
Hoy no tengo ganas de sentir, pero
aún se erizan mis pelos cuando pienso
en todo lo que he sido, todo lo que fui.
Hoy no tengo ganas de morir,
mientras tenga esperanzas anidando
sueños pálidos, deseos simples,
solo tendré ganas de despertar
cada día, y escuchar el aroma
del amanecer, sentir la luz del
día en sí, ver el silencio de rojos
atardeceres. Estar junto a ti.

Una noche que se va...

Conversaciones sin fin,
separación obligada,
reencuentro embriagador.
Una llamada, un encuentro,
una tarde interminable
en nuestros corazones.
Una noche clara bajo
la oscuridad absoluta
acompañó nuestros amores.
Sueño cálido abrigando
tu desnudez entera, abrazando
mi pecho un tímido desenfreno.
Un amanecer como aquel no
se repetirá, pues sabemos
como somos, quienes somos.

Esperanza siempre habrá,
de al menos una noche más
contigo soñar, siendo solo
pálidos senderos ante nuestros
pasos, borrosas huellas para
seguir una vez más.
Quizá más de una, el tiempo
lo dirá.

para Crispolina.

Atados a la nada

Memoria que me juegas en contra,
sueños de un ayer que en mi se agitan,
miedos que hago míos por no saber,
esperanzas que se rompen por callar.

Cómo hacer todo bien para estar en tus
sueños dando vida a recuerdos de otro ayer.
Cómo pedir perdón creyendo herido el orgullo
propio, sangrando lágrimas, donde más duele.

El tiempo. Dejar que pase para no hacer
más grande el odio, la pena, el silencio.
Qué tormento, dejar de ser actor pasando
a ser una casualidad en tu vida.

Hoy más que recuerdos no hay entre nosotros,
pero siento que no estoy siendo sincero.
Te quiero, pero solo en mis sueños puedo
estar a tu lado, porque en verdad, así no será.

Somos nada queriendo ser más que uno,
a un paso estuvimos, pero no lo daríamos juntos.
Solo un movimiento, que hiso de la distancia
su resultado.

Un momento, pudiendo volver atrás...
no tiene sentido. Avanzar y luego retroceder,
así no se llega a destino. Di un paso, en un momento.
Hoy no me arrepiento. Hoy sigo viviendo.

El destino! quien sepa realmente que nos trae,
viviría en tormento por no poder hacer más
que esperar. Yo no espero, voy hacia el con sueños,
creyendo hacer lo correcto, corriendo.