Monotonía

Miro a mi lado, puedo no ver,
al otro, tal vez menos.
Intento ver al frente, no
veo más que a mis lados.
Hacia atrás, solo miro de
reojo, lo que es es, no hay más.

La inercia, se apodera de mi,
no hay voluntad que la rompa.
No, si la hay, pero no la
convicción necesaria, sueño.
Un paso, dos, por pequeños que
sean quebrarían la letanía.

Por momentos siento la suave brisa
en mi rostro reseco, al beber
cafés amargos, dulces, sobrios.
O en las sonrisas que me pierdo,
saludos de bosques lejanos, de hadas
que no se muestran más que en sueños.

Esperanza que se muestra, la siento,
a veces cerca, a veces lejos.
Te busco, no te busco, solo espero.
Camino, me detengo, sigo dejándome
llevar por la vida, que no siempre quiero.

Miro, escucho, veo, soy espectador
en mi propia obra, ni director,
ni protagonista, ni extra. Solo observo.
Quiero, no tanto, me visto y salgo,
todo empieza por algo, un llamado, un
saludo, un abrazo.